Hace tiempo que regento una tienda de barrio, la verdad es que ver como en muchos lugares van desapareciendo hace que se me ponga un nudo en la garganta, pero es que la llegada de internet a nosotros los del comercio pequeño nos ha hecho mucho daño. Como ya sabéis son muchas las personas que deciden cada día comprar mediante vía online, muchas las personas que se aprovechan de las ventajas que ponen a su disposición, y claro, cualquier tienda de barrio como la mía queda como quien dice obsoleta. Pero a pesar de que poco a poco lo voy teniendo asumido, no decaigo y mucho menos desisto, lo que hago es levantarme con más fuerza cada día y hacer de mi pequeño negocio un sitio que guste a la gente, un sitio interesante y donde cualquiera que entre se pueda ir completamente satisfecho.
Para ello, sin duda hay que arriesgar y sobre todo invertir, eso es lo que te lleva a evolucionar y a no quedarse atrás, por ejemplo, la caja registradora tuve que cambiarla por un ordenador, es mucho más cómodo y llevo mis cuentas mejor, la calidad de los productos que tengo a la venta es sin duda de la mejor, ya que mis clientes me la exigen y sé que si no quiero perderlos debo dársela. Las instalaciones no dudé en ampliarlas, comprar con el suficiente espacio, es algo que se agradece, ya que a nadie le gusta estar rozándose con otra persona todo el rato, la verdad es que para mí la falta de espacio era un verdadero problema, además tenía una cantidad elevada de productos por todos lados que en la mayoría de las veces se me caían y siempre estaban por el suelo, hasta que me hablaron de unos expositores, bastante acordes a mi local y con los que podía ahorrar un montón de espacio, estuve durante unos días buscándolos hasta que encontré expositores baratos que me iban estupendamente y sin pensarlo dos veces los acoplé en mi tienda. La verdad es que fue la mejor inversión que pude hacer ya que menudo cambio todo recogido y lo mejor de todo es que así hay más cosas a la vista, por lo que las ventas también han aumentado, así que de momento no creo que las ventas online me dejen en la bancarrota, yo desde luego seguiré haciendo lo posible porque no sea.